EN SERIO Y EN BROMA : LA INFLACIÓN

Por: César Román

Lo escucho en cualquier esquina,
Y ya lo leí en la prensa
Que la cosa está muy tensa;
Subieron la gasolina.
Subió el gas, la trementina,
El ron y los chocolates,
Los mangos, los aguacates;
Subieron los cigarrillos,
El precio de los cepillos
Y hasta la pasta Colgate.

El biftec está más caro;
Y no hay quien le » meta el pico»,
Ahora me queda claro
Que el salmón es para ricos.
Los precios me dejan bizco,
Y el restaurante me ahuyenta
Cada vez que traen la cuenta.
Ya mi sueldo ni lo veo.
Esto se pasó de feo;
No alcanza para la renta.

Olvidé la pizzería,
El arenque ya es un lujo;
Te lo digo sin tapujo,
Tampoco tacañería.
No es ninguna invención mía
Que está afectando a la masa.
Todos preguntan: «¿Qué pasa?»
Ante esta gran inflación,
Te digo de corazón:
«Ahora sí, quédate en casa».

La electricidad subió,
Mi amigo se está quejando,
Y ayer yo lo vi comprando,
Pero el sueldo no le dio.
Le dije y se sorprendió:
«No me alcanzan los «chelitos»;
Al cielo le pego gritos,
Por más que yo viro y torno,
Me doy cuenta que este horno
No está para bizcochitos».