Se celebró el cumpleaños 98 de doña Gisela Luna viuda Martínez
Por Norberto Martínez
DIARIO ULTRAMAR, EL BRONX, New York.- Llenos de júbilo, esplendor, alegría y muy agradecidos del Todopoderoso, doña Gisela Luna viuda Martínez, cumplió sus 98 años de edad, en un ambiente cargado de bellas emociones.
Alrededor de la festejada se encontraban dos de sus hijos: Juana de Bueno y Norberto Martínez, director de este diario informativo, su otro hijo Eugenio Martínez, no pudo estar presente por razones ajenas a su voluntad.
La actividad fue organizada con todo el amor del mundo, por sus nietas: Joanna Bueno y Gisselle Bueno.
Viajaron desde Miami su nieta Charina Martínez y su nuera Amalia Hurtado, así como también desde la República Dominicana la señora Liona Hurtado
Desde Boston comparecieron: su nieto Eugenio Martínez hijo, su esposa Fany Martínez y sus tres bellas hijas: Emalia Lucía, Emerie Sofía y Eliana Isabel Martínez, bisnietas de la festejada.
Desde el condado de Rockland también se dieron cita su nieto Ralphy Bueno, su esposa, sus hijos: Brian y Jayden Bueno, éstos dos últimos bisnietos de doña Gisela.
Desde el Bronx estuvieron presentes su yerno más cercano Oscar Bueno, Hamlet Rodríguez, esposo de Gisselle Bueno y sus hijos: Hansel y Elián Rodríguez, éstos dos últimos bisnietos de la festejada, también Manuel Disla padre y Manuel Disla hijo.
Estaban presentes sus dos queridas home attentdant: Ana Rodríguez y Anayeli Marte, seres nobles y excepcionales que asisten a la señora Luna viuda Martínez de manera constante y con el mayor esmero.
Asistió además, Albert Núñez, esposo de Joanna Bueno, una de las nietas más queridas por su abuela. Los presentes empuñaron sus copas y con mucha ovación brindaron por la salud y mejor calidad de vida de la agasajada.
Se bailó toda la noche a ritmo de los géneros que identifican a la República Dominicana, la bachata y el merengue.
Los presentes degustaron de un exquisito y suculento buffet de la gastronomía dominicana, preparado por la hija mayor de la festejada Juana de Bueno.
La festejada no paró de sonreír, por la satisfacción de tener en su fiesta a tantas personas que las aprecian. En la celebración se le expresó las gracias al Altísimo, por haber hecho posible que doña Gisela se restableciera de su estado de salud.
